“el agua”, “el águila” y “el hacha”, el y la con sustantivos femeninos.
Durante las clases surgen muchas preguntas y dudas, en especial con los sustantivos que empiezan por a tónica; es decir la sílaba que recibe la mayor fuerza de voz en una palabra al momento de pronunciarla, y hoy veremos algunas claves y el por qué de sus cambios.
1. Cuando el artículo determinado singular va inmediatamente antepuesto a un nombre común, este adopta casi siempre la forma el en lugar de la: el águila, el hacha, el hambre.
2. La hache muda, como se comprueba en los ejemplos anteriores, no imposibilita que se adopte la forma el.
3. Los plurales conservan la forma femenina plural las: las águilas, las hachas, las anclas, las armas, las aulas.
5. Mantienen el artículo la los nombres de las letras (la hache), los de persona (la Ana de la que hablé) y ciertas profesiones como por ejemplo la árbitra.
6. En los diminutivos la a inicial no es tónica, por lo que van precedidos de la: la agüita, la hachita.
7. Con un, algún y ningún se admiten ambas posibilidades, aunque es menos frecuente el determinante femenino: un acta o una acta, algún acta o alguna acta, ningún hambre o ninguna hambre.
8. No alternan en cambio otro, todo, mucho, poco, demasiado…, ni los demostrativos, por lo que lo adecuado es esta ave, toda área, poca agua, otra habla.
9. Si la a inicial no es tónica, se siguen las normas generales: aceite es una voz masculina y será el aceite y los aceites, mientras que harina es una voz femenina y será la harina y las harinas. Las palabras azúcar y arte son casos excepcionales de concordancia que presentan diversas peculiaridades.
Andrea Bejarano
Comprensión de lectura