Camélidos sudamericanos
Hay cuatro grupos de camélidos sudamericanos, cada uno con características únicas y propias, estos son: alpaca, llama, guanaco y vicuña.
La vicuña es el más pequeño y poco común de los camélidos, se considera que tiene la fibra animal más fina en todo el mundo. Datos históricos indican que los textiles de la vicuña eran reservados para la realeza Inca. Debido a su fibra, la vicuña fue conducida casi a la extinción alrededor de los años 60, pero diversos programas de conservación han asegurado la sobrevivencia de la vicuña, y su increíble fibra está una vez más disponible para la industria textil.
El guanaco, como la vicuña, es un camélido salvaje que vive en grandes grupos de machos o pequeños grupos de hembras lideradas por un macho. Hay aproximadamente 600 mil guanacos en Sudamérica y cerca del 80% de ellos se encuentra en la Patagonia, Argentina. Su fibra, de un color rojizo, también es muy fina. Los guanacos se adaptan fácilmente a distintos ambientes. Pueden vivir ya sea al nivel del mar, o en los Andes a alturas que superan los 4, 600 metros (15,000 pies)
La alpaca es autóctona de las alturas peruanas. Existen un estimado de cuatro millones de alpacas en Sudamérica, cerca del 95% habita en la región sur y central del Perú. Las alpacas se desarrollan de manera adecuada en alturas que oscilan entre los 3,000 y más de 4,500 msnm (cerca de 10,000 a 15,000 pies), en temperaturas que varían de -20° a 30° C en un mismo día. Hay dos tipos de alpaca: Huacaya, el tipo predominante de alpaca, conocido por su fino y abultado vellón, que ofrece el más extenso rango de tonos naturales; y el Suri, el menos predominante tipo de alpaca conocido por su larga, ondulada, brillante y sedosa fibra.
La llama es el más pesado y largo camélido sudamericano. Sus patas son largas y tiene orejas prominentes y dobladas, de esa forma se distingue a la llama de los otros camélidos. Las llamas han sido domesticadas y usadas como animales de carga desde épocas preincaicas. Incluso hoy en día, las llamas son parte de muchas costumbres y rituales religiosos en la región andina. El pelaje de la llama es más áspero que el de la alpaca. Sin embargo, una vez tratado, puede llegar a ser tan suave como el de la alpaca. El 65% de las llamas del mundo viven en la alta meseta de la región boliviana.
En Perú, la crianza de alpacas representa del 70% al 80% del ingreso familiar anual de las familias involucradas. La crianza de alpacas constituye una de las actividades productivas y económicas más importantes que se desarrolla en la zona altoandina del país. De ella dependen más de 170 mil familias pertenecientes mayormente a comunidades campesinas. En forma indirecta esta cifra aumenta a una población de 350 mil familias.
Renzo López
Comprensión de lectura