Bibliofilia
Aunque el diccionario de la Real Academia Española señala que la palabra Bibliofilia se refiere únicamente a la acción de coleccionar libros raros y curiosos, muchas personas aplican este término también cuando se encuentran con alguien que ama leer.
Muchos chicos, jóvenes y adultos encuentran gran placer en el ejercicio de tomar un libro y leerlo de principio a fin, en otras palabras, les encanta devorar un libro tras otro. Y es que la lectura puede generar tal placer que no pocos se llaman adictos a los libros. Tanto así, que no solamente se deleitan con la lectura en sí sino, además, con contemplar una pila de libros que probablemente nunca leerán en sus anaqueles. Cuántos de ellos no se enamoran en la calle de un libro pensando que será su próxima presa pero simplemente queda en un rincón para siempre. Verlo ahí resulta muy satisfactorio.
Un libro estimula cada sentido. El olor de un libro viejo, usado y desgastado. La textura de una pasta dura. Las formas de las letras. La saliva en el dedo para pasar una página. El sonido al pasar esas páginas.
Existen libros de todo tipo: científicos, de viaje, biografías, monografías, literarios, lingüísticos. Y así mismo, existen toda clase de lectores. Se habla incluso del lector promiscuo, quien inofensivamente abandona un libro, sin dudar, para tomar otro, porque se deja seducir fácilmente. En oposición, el lector cronológico no es capaz de comenzar un libro, sin terminar el anterior.
Para ellos y para todos los demás hay un día muy especial. Año tras año, cada 23 de abril se celebra el día internacional del libro con el fin de fomentar la lectura.
Polet Orjuela
Comprensión de lectura