Las emociones negativas
Tristeza, vergüenza, melancolía, ansiedad, culpa, dolor, agobio… Son emociones que nos resultan dolorosas e incluso, en ocasiones, insoportables.
Cuando sentimos intensamente una emoción negativa parece que todo nuestro mundo se reduce a ese sentimiento. Pensamos en la situación reiteradamente e imaginamos las posibles situaciones que vendrán en el futuro, nos parece que no habrá algo positivo, todo se ve “color de hormiga”*.
Al estar en estas situaciones es importante acudir a técnicas que nos ayuden con nuestra regulación emocional, como por ejemplo el lograr identificar y nombrar la emoción que sentimos, pues no es lo mismo sentir rabia que tristeza, melancolía que soledad, frustración que rechazo. El hecho de identificar qué sentimos, es adecuado ya que comprendemos qué significa y tendremos más información de aquellos que está pasando en nuestra vida y que es importante.
Veamos algunos ejemplos:
Tristeza: Nos avisa de una pérdida (un objeto personal, una oportunidad laboral, un ser querido, una amistad, etc.)
Enojo: Nos informa que algo que ha ocurrido nos ha parecido injusto, aunque no puede ser seguro que sea o no lo sea.
Ansiedad: Esta emoción aparece para notificarnos que creemos que algo en el futuro nos va a resultar arriesgado o peligroso, aunque no es seguro que vaya a ser así.
Las anteriores emociones nos hacen entrar a una reflexión en donde veremos qué sentimos que hemos perdido, y ello nos llevará a comprender de mejor manera cómo podemos actuar para que las emociones sean una herramienta de aprendizaje y no un problema o carga más pesada.
Por todo ello la aceptación de las emociones, nos lleva por el camino de entender el por qué, qué me quieren avisar y empezar la recuperación, por ejemplo:
- Para la tristeza, buscamos recuperar o sustituir lo perdido.
- Para la rabia, queremos reparar la injusticia.
- Para la ansiedad, debemos afrontar aquello que parece ser peligroso.
- Para la vergüenza, buscamos recuperar la seguridad.
Si nos escuchamos mejor y nos aliamos con nuestras emociones en vez de negarlas, podemos mejorar nuestra forma de ver las cosas.
*Color de hormiga: Significa que tiene mal aspecto, que tiene dificultades muy grandes o posiblemente hay problemas. Es una expresión usual en países como Chile, México, Costa Rica, Perú, Ecuador, Colombia, República Dominicana, Puerto Rico y Venezuela.
Andrea Bejarano
Comprensión de lectura