LOS HIPOCORÍSTICOS Y APODOS EN ESPAÑOL.
En el artículo de hoy hablaremos sobre los hipocorísticos y los apodos. De acuerdo a la RAE un hipocorístico es: “dicho de un nombre: Que, en forma diminutiva, abreviada o infantil, se usa como designación cariñosa, familiar o eufemística.” En otras palabras un hipocorístico es una forma de dirigirse a alguien para mostrar amor o afecto, pero estos son formados desde el nombre propio de la persona.
El uso de un hipocorístico de forma diminutiva casi siempre puede funcionar con cualquier nombre y mucha veces se hace con los niños pequeños, sin embargo con la familia es muy probable que este hipocorístico continúe incluso hasta la vida adulta de la persona. Unos de los más comunes por ejemplo son; Juan por Juanito, Ana por Anita, Rosa por Rosita, Carlos por Carlitos, etc… También, tenemos los hipocorísticos que son reducidos o acortaciones del nombre original como por ejemplo; Maria por Mari, Fernando por Fer o Nando, Lorena por Lore, Guadalupe por Lupe, Roberto por Berto o Beto, etc… Incluso hay algunos nombres que son muy parecidos y estos tienen el mismo hipocorístico, tal es el caso de los nombres como; Roberto, Alberto, Humberto, Gilberto a todos ellos se les puede llamar Berto o Beto.
Existe también otro tipo de hipocorístico muy común es en el que se sustituye el nombre de la persona, pero que sin embargo este no es nada parecido al nombre original, algunos de los más comunes son por ejemplo; José por Pepe, Rosario por Chayo, Antonio por Toño, Alfonso por Poncho, Ignacio por Nacho , Isabel por Chabela, Dolores por Lola, además de otros. Por otra parte existen también los hipocorísticos que están formados por nombres compuestos, como por ejemplo; Jose Maria por Chema, Juan Ramon por Juanra, Juan Carlos por Juanca, Juanquin por Quino, entre otros.
De manera similar tenemos también los apodos los cuales de acuerdo a la RAE es un “nombre que suele darse a una persona, tomado de sus defectos corporales o de alguna otra circunstancia.” Sin embargo, debemos explicar y aclarar que en algunas o pocas circunstancias los apodos no hacen referencia a algo físico, pero esto puede ocurrir solamente en situaciones o contextos muy específicos.
Dicho lo anterior algunos de los apodos que no necesariamente se refieren a destacar algo físico son los apodos por cariño como los que usan las parejas, por ejemplo; mi amor, mi cielo, mi corazón, mi bebé, etc…Por consiguiente, tenemos los apodos por algo que alguien hace siempre, por ejemplo; una persona que cada vez que besa deja mucha saliva en México le suelen apodar el salivoso, de manera similar el chico o la chica que le encanta pasar tiempo con su pareja y lo quiere llevar a todas partes en México se les apoda como el mandilón o la mandilona.
Por otra parte, como lo define la RAE los apodos en su gran mayoría critican o exponen algún defecto corporal de la persona, tal es el caso de los apodos por bullying o por apariencia física en los cuales como se mencionó anteriormente se expone algo físico de la persona.
En muchas circunstancias el uso de estos dos anteriores puede variar dependiendo del entorno o del grupo que lo usa, ya que muchas veces aunque se use un apodo en referencia de algo corporal a veces las personas a las que se le da ese apodo lo aceptan y permiten que los llamen de tal apodo. Por ejemplo los apodos calificativos como gordo , flaco , vieja , entre otros son muy comunes dentro de la cultura hispana, pero se entiende que solo los seres más cercanos como; la familia, los amigos, o la pareja pueden llamarlos así porque se asume que la persona sabe que en realidad es por cariño que se les llama apoda de esa manera.