La fiesta del milagro en Salta
Hace unos años tuve la oportunidad de viajar a Salta en septiembre y vivir una de las celebraciones más emocionantes que he presenciado: la Fiesta del Milagro. Siempre había escuchado hablar de la devoción de los salteños, pero nada se compara con estar allí, entre miles de personas que comparten la misma fe y la misma emoción.
En esta fiesta se conmemora el milagro ocurrido en 1692, cuando un fuerte terremoto sacudió la región y la población pidió protección al Cristo y a la Virgen del Milagro. Desde entonces, cada año los salteños renuevan su fe y agradecen por los favores recibidos, acompañando a las imágenes en una de las procesiones más multitudinarias del país.
La celebración dura varios días, pero el momento más impactante llega el 15 de septiembre, cuando la imagen del Señor y la Virgen del Milagro sale en procesión por las calles de la ciudad. Desde muy temprano, la plaza principal se llena de fieles, algunos que han viajado cientos de kilómetros a pie solo para cumplir con una promesa. Yo me uní a la multitud y quedé conmovido al ver cómo todos cantaban, rezaban y levantaban pañuelos blancos en señal de respeto y agradecimiento.
Lo que más me impresionó no fue solo la magnitud de la procesión, sino la sensación de comunidad. Extraños me ofrecían agua, me contaban sus historias y compartían conmigo ese fervor que parecía contagiarse en el aire.
Participar en la Fiesta del Milagro me hizo comprender mejor la identidad cultural del norte argentino. No es solo un evento religioso: es una experiencia de fe, de unión y de tradición que muestra lo profundo de las raíces de Salta. Sin duda, fue un momento inolvidable que siempre guardaré en mi memoria.
Elina Chifani
Actividades de Comprensión
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