El arte de los propósitos: cómo expresar intenciones en español

Diciembre es un mes de cierres y comienzos. Entre luces, rituales y despedidas, muchos hispanohablantes hacen una pausa para pensar en lo que viene: nuevos sueños, nuevos hábitos, nuevas maneras de cuidarnos. En español, esos deseos e intenciones se expresan con estructuras muy naturales que combinan el futuro, las perífrasis verbales y la idea de proyecto personal.

Hablar de propósitos no es solo hablar del año que empieza, sino también de cómo imaginamos nuestra vida. Por eso, la gramática se convierte en una herramienta para proyectarnos. ¿Qué quiero cambiar? ¿Qué pienso intentar? ¿Qué tengo planeado?

¿Cómo expresar propósitos?

En español usamos varias estructuras para hablar de intenciones. Todas son correctas, pero cada una tiene un matiz distinto.

1. “Voy a + infinitivo”

Es la forma más común y directa para expresar planes inmediatos o decisiones ya tomadas.

Este año voy a aprender a cocinar más platos latinoamericanos.
En enero voy a organizar mis materiales de clase.

Suele sonar realista y cercano, como algo que ya está en camino.

2. “Quiero + infinitivo”

Expresa deseo personal, motivación interna.

Quiero viajar más en 2026.
Quiero leer más autoras latinoamericanas.

No garantiza que el plan ocurra, pero revela intención emocional.

3. “Pienso + infinitivo” / “Tengo pensado + infinitivo”

Transmiten una intención reflexionada, un propósito más elaborado.

Pienso empezar un curso nuevo en febrero.
Tengo pensado correr una media maratón.

Dan la idea de que ya hay pasos previos o una decisión casi firme.

4. Futuro simple (“haré”, “leeré”, “cambiaré”)

Es más formal y más literario; expresa determinación o promesa.

Este año haré ejercicio tres veces por semana.
Leeré más en español.

Suena a compromiso sólido, algo en lo que podemos confiar que ocurra.

5. “Me propongo + infinitivo”

Muy útil en contextos reflexivos o personales.

Me propongo descansar más y trabajar con calma.

Tiene un tono íntimo, ideal para cierres de año.

Propósitos y cultura.

En países como México, Colombia, España o Argentina, los rituales del 31 de diciembre acompañan estos propósitos: comer 12 uvas, dar una vuelta con una maleta, usar colores específicos para atraer amor, salud o prosperidad.
Detrás de cada tradición hay una intención: transformar el futuro a través del lenguaje y el deseo.

Los propósitos también se expresan en comunidad:

“Este año, vamos a vernos más.”
“Ojalá sigamos aprendiendo juntos.”

La lengua se convierte en un puente entre lo que somos y lo que esperamos ser.

Andrea Bejarano.

Related Articles

Responses

Your email address will not be published. Required fields are marked *