La Garganta del Diablo que enamora
Durante mis vacaciones de invierno visité con mi hijo un lugar mágico que tiene la Argentina, las cataratas del Iguazú con una de sus majestuosas caídas, la Garganta del Diablo. El conjunto de impactantes saltos de agua se encuentra en un parque nacional en el noreste de la Argentina. Se trata de una selva subtropical con más de 430 especies de aves, 70 de mamíferos y centenares de insectos que encuentran su hogar en la zona, así como también mil especies de plantas clasificadas y otras tantas sin clasificar.
La idea era pasear por sus pasarelas, disfrutar de la naturaleza selvática del lugar y contemplar los animalitos que habitan en él; coatíes, monos, ositos meleros, tucanes, urracas y coloridas mariposas que revolotean a nuestro alrededor. Todo este entorno maravilloso nos va transportando hasta la gran cascada, la que nos deja sin aliento por el feroz rugido de su voz.
El origen del nombre de esta impactante formación natural se basa en una leyenda
ancestral que me gustaría compartir con ustedes:
El nombre de Garganta del Diablo refleja el amor entre una princesa y un príncipe guaraní, relación que desató la envidia del diablo, quien transformó a la mujer en cascada y al hombre en la vegetación que la rodea, para condenarlos a una eternidad cercana pero sin contacto. Pero el arcoíris que permanentemente une la cascada con la vegetación circundante burló aquella condena.
Mas allá de la historia de amor que relata la leyenda, el lugar con su mágica energía emociona y estremece el alma de los mortales que lo visitan.
Elina Chifani